Merengue francés




Cómo hacer merengue francés y merengue japonés



merengue frances
El merengue, esa cosa tan bonita, tan vistosa y con toneladas de calorías. Esta es la primera entrega de una miniserie sobre los merengues; empezamos por el merengue más sencillo de todos, el merengue francés, y lo emparejamos con lo que realmente es un derivado de la misma técnica, el merengue japonés, que se prepara añadiendo almendra triturada al merengue básico. Vamos allá.
El merengue francés es sencillamente una espuma endulzada, que se obtiene batiendo claras de huevo, a las que cuando están empezando a espumar se agrega azúcar. El azúcar estabiliza la espuma que se forma al introducir burbujas de aire dentro de las claras con el batido. Se obtiene una masa blanca, sedosa y brillante, que se suele hornear para hacer merengues sencillos, pavlovas, o placas de merengue como las que se usan en los vacherins, un tipo de tartas heladas. También se utiliza como base para mousses.
La proporción básica del merengue francés es de una a dos veces el peso de azúcar respecto al peso de las claras, es decir, pesamos nuestras claras y si pesan, por ejemplo, 120 g (unas tres claras), añadiremos de 120 g a 240 g de azúcar, según como queramos de duro el merengue. Cuanto más azúcar, más duro y más estable. Por contra, cuanto menos azúcar, más ligero y tierno el resultado una vez cocido.
El merengue japonés se obtiene al añadir almendra molida al merengue francés, una vez bien montado éste, lo que se hace a mano con espátula. Se usa mayoritariamente para preparar planchas de dacquoise, que sirve para hacer capas de tartas. La proporción básica es de un 40% a un 100% de peso de almendras respecto al peso de las claras, pero la proporción de azúcar varía en función de la receta consultada.
Os digo desde ya que los merengues son algo caprichositos y con carácter. Hay una cuantas cosas que pueden ir mal, pero si seguís con atención nuestros sabios consejos sin duda triunfaréis en el mundo merenguil.

 Consejos para preparar merengue francés:

  • Como se dice siempre, hay que evitar que tanto las propias claras como los utensilios que vayamos a usar tengan trazas de grasa. Todo debe estar limpio y seco, y las claras sin trazas de yema.
  • Siempre que se baten huevos, en este caso solo las claras, es mucho mejor que estén a temperatura ambiente. Desarrollan más volumen.
  • Añadido de ácidos: Sustancias como el limón, el vinagre o el cremor tártaro estabilizan los merengues al añadirlas al principio del batido.
merengue frances
  • El batido se debe realizar a velocidad media-alta, sin pasarse, con robot o con batidora de repostería. Es mejor tener que esperar a que se monte que correr el riesgo de batir en exceso.
  • El momento en que se añade el azúcar es importante, debe ser una vez que las claras han empezado a espumar. Además de que es más fácil espumar las claras casi por completo antes de añadir el azúcar, pues le añadiríamos peso a la mezcla, si el azúcar se añade al final del batido el merengue sale más ligero que si se añade antes. Ojo con esto.
merengue frances
  • El azúcar lo añadimos poco a poco para dar tiempo a que los cristales se empiecen a disolver y para no añadir peso excesivo a la espuma.
  • En el batido el azúcar debe disolverse en la clara para que el resultado sea fino, por lo que es de lógica que cuanto más fino sea el azúcar, más fácil será conseguir un buen merengue. Por eso en las recetas anglosajonas habitualmente se recomienda usar caster sugar, un azúcar de granulado fino (consultad nuestro artículo sobre el azúcar, tipos y usos), pero sin ser triturado como el azúcar glas.
merengue frances
  • Para comprobar que el azúcar esté bien disuelto y no nos salga granuloso el merengue, se toma una pequeña porción del batido entre los dedos: si al frotar el pulgar contra el índice se percibe granillo, hay que seguir batiendo hasta que se perciba completamente suave. Aunque no se debe batir hasta el infinito, porque se nos puede estropear también. Por eso está muy bien usar azúcar de granulado fino; no es que no se pueda hacer con azúcar corriente, claro que se puede, pero hay que tener más cuidado porque habrá que batir bastante hasta que la textura sea suave. A medida que batimos, como se aprecia en las fotos, la consistencia va haciéndose más densa y la masa va adquiriendo más brillo.
  • En muchas recetas vemos el añadido de una pequeña proporción de almidón de maíz (Maizena) a la mezcla. El objeto es evitar que el merengue llore una vez horneado (libere algo del agua de la mezcla por el fondo). Esto ocurre cuando el merengue se queda corto de cocción, fundamentalmente por la parte inferior. El almidón también ayuda a que el corte sea más limpio en los merengues blandos (como en una cobertura de merengue gratinado para tarta).
merengue frances
  • El merengue francés (o el japonés) no puede esperar una vez preparado, hay que hornearlo de inmediato o se bajará. Se extiende en la forma deseada sobre una bandeja con papel de hornear o un tapete plástico para que se despegue sin problemas. 
  • El merengue se cuece en el horno a baja temperatura, de 90º a 130º, según las fuentes que se consulten, y durante un mínimo de una hora y media en el caso del merengue francés. Cuando se trata de planchas de merengue japonés el tiempo puede ser inferior, pero depende de la receta concreta. En general, no debe dorarse y, más que cocerse, lo que debe hacer es secarse. Por eso los que hornean el merengue a temperaturas inferiores a 100º recomiendan dejarlo incluso toda una noche en el horno apagado.
merengue japones
  • En cuanto al resultado final, existen dos consistencias posibles en el caso del merengue francés: merengues cuajados por completo, secos por dentro, o merengues con el exterior seco y el interior tierno. Esto solamente depende del tiempo de horno (que irá en función del tamaño del merengue), en lo que deberemos seguir las recomendaciones de la receta concreta.
  • Por último, el merengue se puede aromatizar con diversos extractos y saborizantes, como vainilla, ralladura de cítricos o cacao en polvo, como se aprecia en los merengues de las fotos.
merengue japones

Posibles problemas del merengue:

  • El llorado, del que hemos hablado antes en relación al añadido de almidón de maíz. El exudado de líquido por la parte inferior se debe a una cocción demasiado corta.
  • Se llama también llorado a la formación de gotas de almíbar sobre la superficie del merengue. Se suele deber a una cocción excesiva o también a un exceso de batido. Los merengues son criaturas caprichosas y cogerles el punto es cuestión de práctica.
  • En el merengue final se aprecian gránulos, la textura es terrosa. Esto significa que el azúcar no se disolvió bien en el batido.
  • La humedad ambiente afecta al merengue ya cocido. Si el ambiente es húmedo los merengues se deben consumir de inmediato o guardar en un recipiente hermético con algún desecante, como granos de arroz. Por el contrario, en ambiente seco un merengue bien cocido dura una eternidad.

Mickey Mouse



Cómo modelar a Mickey Mouse paso a paso con fondant y pasta de goma



PORTADA
Para modelar al famoso ratón Mickey comenzaremos formando una masa mezclando fondant y pasta de goma a partes iguales y la teñiremos de negro, blanco, rojo, amarillo y color carne.
Si tenéis experiencia en el modelaje de figuras y trabajáis rápido podéis añadirle menos fondant o usar únicamente pasta de goma. Cuanto más fondant le añadáis a la pasta de goma más tiempo de secado necesitarán las piezas antes de componer la figura completa.
En esta ocasión comenzaremos con las piernas. Con la ayuda de una pistola para fondant modelamos dos cilindros finos de color negro y les introducimos dos palillos previamente humedecidos con agua.
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Para los zapatos modelamos dos piezas de color amarillo que insertaremos en la base debajo de las piernas. Para darle más realismo a los zapatos, y ayudados por una esteca, dibujaremos la suela y algunas arrugas.
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Formamos una esfera roja que cortaremos por la mitad y que serán los pantalones. Modelamos la pieza de color negro que será el cuerpo. 
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En primer lugar colocaremos la pieza roja sobre las piernas y después pegaremos encima la pieza negra ayudándonos con un pincel de agua.
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Modelamos dos cilindros finos de color amarillo y los colocamos en la unión entre la pierna y el zapato. Decoramos la parte central del pantalón con dos pequeños óvalos blancos.
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Cortamos dos pequeñas piezas rectangulares que colocaremos rodeando las piernas para hacer las perneras del pantalón. 
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Modelamos dos cilindros de color negro que serán los brazos y los colocamos en la figura.
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Por último, modelamos las manos en color blanco, que no deben ser muy detalladas ya que son guantes, y las colocamos en su posición. Recordad que este personaje sólo tiene cuatro dedos
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Rematamos la unión entre el brazo y la mano con un cilindro fino tal y como hicimos con los zapatos.
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Modelamos el rabito y lo colocamos en la parte trasera de la figura dándole suficiente largo como para que caiga hasta la base.
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Para comenzar a modelar la cabeza forraremos una bola de porexpan previamente humedecida con agua con masa de color negro. Cortaremos dos círculos negros que serán las orejas.
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Continuaremos cortando un corazón de color carne al que le cortaremos el pico y lo colocaremos en la cabeza.
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Modelamos una pieza alargada y afinada en los extremos y la colocamos debajo de la pieza de corazón cortada.
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Con una esteca dibujamos la boca. Rellenamos con un poco de masa color negro el interior y pegamos encima una pieza de color rojo que será la lengua. 
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Modelamos una bolita negra que será la nariz y para los ojos cortaremos dos óvalos blancos que colocaremos en su posición.
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Añadimos a los ojos dos pequeños círculos de color negro y colocamos las orejas en su lugar.
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Y con este último paso ¡ya sabrás cómo modelar a Mickey Mouse! Si queréis colocar los brazos en otra posición podréis hacerlo insertando en el interior un alambre de flores que cruzara toda la pieza hasta la mano.

Receta de crostata


Receta de crostata con mermelada



crostata con mermelada
No me he enamorado de Italia solo por sus pastas, sus pizzas o sus risottos. Además de su gran gastronomía salada, Italia cuenta con una gran tradición por lo que respecta el dulce: tiramisù, cannoli, babà, pastiera, cassata, cannoncini y sfogliatelle; no sabría decantarme por uno de ellos. Todos ellos made in Italy como lo es la tarta que hoy nos ocupa: la crostata alla marmellata o crostata con mermelada. La crostata es una tarta con una base de pasta frolla (brisa omasa quebrada) que se prepara esencialmente con harina, mantequilla, azúcar y huevos. Esta base se puede rellenar de diferentes formas: con crema, requesón, fruta… el límite nos lo da nuestra imaginación.
La crostata clásica, la más sencilla y, por qué no, una de las más buenas es la crostata con mermelada. Además de ser fácil es perfecta para regalar porque queda muy bonita y es la solución para terminar con esos botes de mermelada que nos llaman desde el fondo de nuestro frigorífico. La crostata tradicional se suele hacer con mermelada de cerezas pero admite igualmente otras como la de naranja amarga o fresas.
Existen dos maneras diferentes de hacer la base de la crostata: la primera es mezclar la harina con la mantequilla, rápidamente con las manos, hasta obtener una masa arenosa a la que añadiremos el resto de los ingredientes; la segunda, que es también mi preferida y la que os explicaré aquí, parte con la mezcla de la mantequilla y el azúcar para luego ir incorporando el resto de los ingredientes. Pero veamos cómo realizarla en casa paso a paso.

Crostata con mermelada

Ingredientes para 8-10 personas:

  • 500 g de harina integral ó 00
  • 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 200 g de azúcar
  • 5 yemas
  • 1 pizca de sal
  • La piel rallada de medio limón de cultivo ecológico
  • 800 g de mermelada de ciruela o la que más nos guste
  • 1 molde rizado de 28 cm

Elaboración:

  • En un bol grande cortamos la mantequilla en trozos grandes. Añadimos el azúcar y mezclamos bien con la ayuda de un tenedor.
crostata con mermelada
  • Incorporamos las yemas, la sal y la ralladura de limón. Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados. Añadimos la harina poco a poco y empezamos a mezclar con un tenedor o una espátula de silicona. Cuando la masa empiece a tomar forma la sacamos del cuenco y seguimos amasando con las manos. Evitamos tocarla demasiado, el amasado tendrá que ser bastante rápido.
crostata con mermelada
  • Formamos una bola con la masa y la envolvemos con film transparente. Dejamos reposar en el frigorífico al menos un par de horas. Una vez transcurrido el tiempo de reposo, sacamos la masa del frigo y la estiramos hasta obtener un espesor de un centímetro aproximadamente. Para estirarla enharinamos un poco la superficie donde estemos trabajando y el rodillo. Para pasarla al molde, enrollamos la masa en el rodillo y la desenrollamos encima del molde.
crostata con mermelada
  • Una vez desenrollada, damos la forma del molde con las manos y eliminamos el exceso de masa de los laterales. No os preocupéis si la masa se rompe o aparece algún agujerillo: lo corregiremos con algunos trocitos de la masa que nos ha sobrado. Tampoco nos preocuparemos si los bordes no son perfectos porque los cubriremos después. Rellenamos la base con la mermelada, nivelándola uniformemente con una cuchara.
crostata con mermelada
  • Ya solo nos queda amasar de nuevo los restos de la masa y estirarla otra vez para cortar, con una ruedecilla en zigzag, unas tiras para decorar la tarta. Para crear el enrejado podemos poner unas debajo y otras encima perpendicularmente o entrecruzadas. En este último caso tendremos que manejar las tiras con cuidado porque la masa es delicada y es fácil que se rompan. Por último, con las manos, doblamos los bordes hacia dentro, así el acabado queda más limpio y bonito.
crostata con mermelada
  • Horneamos a 180ºC durante 45 minutos, al final de los cuales veremos que la mermelada empieza a burbujear. Dejamos enfriar completamente antes de servir. Se conserva en el frigorífico durante una semana en una caja de lata o cubierta con film transparente.
crostata con mermelada
Con estas cantidades es posible que te sobre bastante masa pero es mejor no quedarnos cortos ya que la cantidad que te sobrará dependerá mucho de la masa que utilices para la decoración. ¡La masa que sobra no se tira! utilízala para preparar galletas, como estos enrejados de fresas, o alguna tartita con moldes más pequeñitos. En esta ocasión he utilizado una harina integral porque me gusta mucho la textura de la crostata con este tipo de harina pero se puede utilizar igualmente harina blanca común. Prueba también a sustituir parte de la harina (unos 100-150 g) con harina de almendras, ¡verás qué cambio!

Tarta de limón y merengue


Tarta de limón y merengue, lemon meringue pie



tarta de limon y  merengue
La tarta de limón y merengue o lemon meringue pie es un clásico de la repostería británica y norteamericana, con su característico copete de merengue ligeramente tostado. Es una tarta deliciosamente limonácea, para los amantes del limón, además de muy llamativa. El sabor ácido del relleno se contrarresta con el dulzor del merengue, poniendo montañas de merengue, como hacen algunos, o solo una capa humilde como hemos hecho nosotros.
En los blogs norteamericanos hay abundantes referencias a lo revoltoso que es el merengue de la cobertura, que si se deshace, que si le sale líquido por abajo… Pero almas de cántaro, si usáis merengue francés y le pedís que dure varios días, ¿cómo no vais a tener problemas? Desde aquí aconsejamos usar merengue italiano, que es mucho más estable y no nos dará sorpresas desagradables.
Como cuenta la Wikipedia, los puddings o cremas de limón ya estaban en boga en la Edad Media, pero el merengue no se perfeccionó hasta el siglo XVII. La primera noticia de este pastel como tal es de un repostero suizo en el siglo XIX. Por supuesto, si consultáis webs norteamericanas, los inventores de la tarta fueron ellos.
Para esta tarta he seguido a grandes rasgos la receta del libro Pie&Tart, de Williams-Sonoma. De la elaboración de la masa quebrada ya os hablamos en este artículo sobre cómo se hace la masa quebrada y del merengue italiano en el artículo mencionado anteriormente. Solo nos queda pues contaros cómo se hace el suculento relleno de limón y cómo se monta todo junto.

Tarta de limón y merengue, lemon meringue pie

Ingredientes:

Masa quebrada
  • 150 g de harina floja
  • 75 g de mantequilla fría cortada en dados
  • 1 huevo mediano
  • 30 g de azúcar glas
  • Una pizca de sal
Crema de limón
  • 2 huevos y 4 yemas
  • 375 g de azúcar
  • 40 g de almidón de maíz (Maizena)
  • 40 g de mantequilla
  • 250 ml de zumo de limón (unos 5-6 limones)
  • 50 g de agua
  • Ralladura de un limón
  • Una pizca de sal
Merengue italiano para cubrir
  • 3 claras
  • Unas gotas de limón
  • 140 g de azúcar
  • 60 g de glucosa líquida

Elaboración:

  • Para la masa quebrada de la base seguimos las instrucciones que ya tenemos en el blog. La horneamos 15-20 minutos en vacío en un molde desmontable, a 175º, hasta que esté doradita. Si queremos asegurarnos de que el relleno no la humedezca y se mantenga crujiente, al sacarla la pincelamos con clara de huevo. La clara se seca con la masa caliente y la sella bastante.
  • Dejamos enfriar la masa por completo, mejor fuera del molde sobre rejilla, manipulándola con mucho cuidado. Así evitamos la condensación que se produce entre la masa y las paredes del molde. Os recomiendo volver a meterla en el molde una vez fría, es mucho más seguro para manipularla después, pues es frágil.
  • Rallamos el limón. Exprimimos los limones hasta obtener 250 ml de zumo. Reservamos. 
tarta de limon y  merengue
  • Ponemos en un bol los huevos y las yemas con el azúcar, y batimos brevemente con varillas hasta que blanqueen un poco. Añadimos el almidón de maíz y la sal, mezclamos bien.
tarta de limon y  merengue
  • En un cazo esmaltado ponemos el zumo de limón, el agua, la mantequilla en pedazos y la ralladura. Añadimos la mezcla de huevos. Lo ponemos a fuego bajo y removemos sin parar con las varillas, hasta que hierva y espese; se nota de inmediato. Lo retiramos del fuego y lo removemos un minuto, rebañando bien el fondo del cazo. Vertemos la crema de limón sobre la base preparada, alisando bien la superficie. Ponemos una lámina de plástico sobre la crema, alisándola, y dejamos enfriar por completo. Cuando esté fría la crema la refrigeramos dos o tres horas para que asiente bien.
tarta de limon y  merengue
  • Preparamos el merengue italiano tal como indicamos en nuestro artículo sobre cómo hacer merengue italiano. Lo metemos en una manga pastelera con boquilla rizada y cerramos la manga.
  • Si tenemos un soporte giratorio, colocamos la tarta sobre él y, empezando junto al borde exterior de la tarta, muy pegado, casi cubriéndolo, porque luego el merengue en el horno se contrae, vamos aplicando el merengue en forma de pequeños montoncitos, intentando que queden muy próximos entre sí. Vamos progresando hacia el interior haciendo círculos concéntricos,  hasta cubrirla por completo.
tarta de limon y  merengue
  • Calentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo, sin aire. Cocemos la tarta unos 10 minutos, hasta que el merengue empiece a dorarse. Vigilaremos estrechamente la tarta durante la recta final de la cocción, para que no se nos tueste demasiado.
tarta de limon y  merengue
¿Sabéis que en los Estados Unidos tienen días dedicados a platos o comidas? Estos americanos están locos, como diría Obelix. Pues el día de la tarta de limón y merengue o lemon meringue pie es el 15 de agosto, así que ya tenéis la excusa ideal para ir perfeccionándola hasta entonces… 

Merengue italiano



Cómo hacer merengue italiano



merengue italiano
Proseguimos con nuestros artículos sobre la familia de los merengues. Hoy nos ocupamos de cómo hacer merengue italiano. Este merengue se clasifica como merengue cocido porque el azúcar se añade a las claras en forma de almíbar caliente en lugar de solo como en el merengue básico (véase nuestro artículo sobre cómo hacer merengue francés), por lo que las claras se cuecen ligeramente. Por ello parece complicado así a bote pronto, pero os aseguro que enseguida se le coge el tranquillo. Y el resultado es un merengue firme, untuoso y con un acabado magnífico.
El merengue italiano es más denso que el merengue básico, no queda tan aireado. Sin embargo, precisamente por estar semicocido es más estable que el merengue básico o francés, y que el suizo (que veremos más adelante), por lo que no es necesario cocerlo en el horno inmediatamente después de su preparación. Por esta razón es uno de los merengues favoritos en los obradores profesionales de pastelería pues se puede preparar con antelación.
Asimismo, el merengue italiano es preferible por razones higiénicas en los casos en que el merengue se va a comer sin hornear, por ejemplo cuando se añade a una mousse o se utiliza de cobertura que se tuesta externamente, como en un suflé Alaska. Por contra, el merengue italiano no se suele usar para cuajar por completo, como se hace con el merengue francés, pues queda muy duro y no resulta tan agradable al paladar.
Al igual que el merengue francés, la proporción de azúcar a clara en el merengue italiano oscila entre el mismo peso de azúcar que de claras y el doble de azúcar que de claras dependiendo de cómo lo queramos de duro, es decir, que si usamos 150 g de claras podemos añadir desde 150 g de azúcar a 300 g de azúcar. La proporción de agua respecto al azúcar puede ser de 1/3 del peso, aunque no es importante, pues la evaporaremos hasta llegar a la concentración necesaria del almíbar.
merengue italiano
Para preparar el merengue hacemos una buena mise en place: pesamos todos los ingredientes, reunimos los utensilios necesarios y lo dejamos todo a mano, porque una vez que el almíbar alcanza las temperaturas necesarias hay que proceder con cierta rapidez. Preparamos el almíbar en un cazo, con el agua y el azúcar. El almíbar se debe cocer hasta 115º-117º, punto de bola blanda. Cuando va por una temperatura de 110º ponemos las claras a montar.
merengue italiano
Montaremos las claras a velocidad media-alta,  habiendo añadido previamente unas gotas de limón o vinagre, o una pizca de cremor tártaro. Es conveniente montar las claras en un robot, porque cuando el almíbar esté en su punto hay que ir añadiéndolo a hilo sobre las claras, sin dejar de batir. Así que o tenemos las manos libres o somos un pulpo o disponemos de un pinche que nos vierta el almíbar mientras batimos.
Cuando el almíbar ha llegado al punto indicado, sin parar de batir, se va añadiendo a hilo sobre las claras hasta acabarlo. Seguiremos batiendo hasta que el merengue se haya enfriado, hasta que tocando el bol lo notemos a temperatura ambiente; así ya está listo para usar.
merengue italiano

Consejos para preparar el merengue italiano:

  • El azúcar empleado no precisa de un granulado fino como en el merengue francés, ya que se va a disolver en el agua, puede ser blanquilla normal.
  • Aunque no es imprescindible si conocemos bien los puntos del almíbar (bola blanda, bola dura, etc.), es de gran ayuda usar un termómetro de almíbares.
  • Para el merengue italiano son igualmente válidos los primeros dos consejos sobre la elaboración del merengue básico que indicamos en el artículo mencionado anteriormente sobre cómo hacer merengue francés, referentes a la limpieza de los utensilios y las claras, y el tener las claras a temperatura ambiente para que monten mejor. También es aplicable el que alude a la velocidad del batido, media-alta.
  • El almíbar lo verteremos a hilo, lentamente, y pegando bien el chorrito a la pared del bol, porque si cae almíbar en las varillas saldrá despedido hacia las paredes y quedará pegado formando grumos.
  • Como el almíbar se vierte lentamente tiende a enfriarse. En verano puede no ocasionar demasiados problemas, pero en invierno puede recristalizar mientras lo vertemos (me ha pasado), con lo que el almíbar se nos enturbia y se forman cristales que al caer a las claras forman pegotes e incluso pueden estropear el merengue. Para evitarlo los profesionales sustituyen una parte del azúcar de la receta por glucosa líquida o por azúcar invertido, a razón de aproximadamente un tercio del peso del azúcar. Evitan la recristalización del azúcar común y el resultado es estupendo.
  • Si usáis el merengue italiano para cubrir una tarta, es aconsejable cubrir bien hasta el borde de la base, incluso salirse un poco, porque el merengue se contrae algo al cocerse. Si no cubrimos cerca del borde puede que el merengue cocido nos quede algo separado y deje ver el relleno.

modelar un perrito

Cómo modelar un perrito paso a paso con fondant y pasta de goma


PORTADA
Para empezar a modelar este simpático perrito necesitaremos formar una masa mezclando pasta de goma yfondant teñido de color marrón. Las proporciones que debéis usar de pasta de goma y fondant dependerán de la experiencia que tengáis en modelado y de lo rápido que trabajéis. Cuanto más fondant le añadáis a la pasta de goma mayor será el tiempo que tendréis que esperar entre paso y paso para que la figura se seque.
Comenzaremos por el cuerpo, formando una esfera lisa y sin imperfecciones a la que le daremos la forma indicada. La dejamos secar en esta posición.
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Para las patas traseras modelaremos un cilindro alargado al que aplastaremos un extremo formando un circulo que será la parte que estará en contacto con el cuerpo. Después modelamos la pezuña y le hacemos unas marcas ayudándonos de una esteca.
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Para las patas delanteras modelamos una especie de cono aplastado al que le haremos las mismas marcas que a las pezuñas de las patas traseras ayudándonos igualmente de una esteca.
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Modelamos las orejas y el rabito que luego colocaremos en la figura.
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Para empezar a montar la pieza cogeremos el cuerpo que hicimos en el primer paso, y que ya estará seco, en la posición deseada y le colocaremos las patas traseras, las patas delanteras y el rabito, por este orden, humedeciendo las uniones con un pincel de agua.
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Vamos a empezar con la cabeza. Formaremos una esfera a la que le daremos la forma indicada y con una esteca le dibujaremos la sonrisa haciendo una incisión bastante marcada para darle profundidad a la boca.
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Modelamos los detalles que le darán expresión a nuestro perrito. Para los ojos, dos pequeñas tiras de color negro, una pequeña bolita negra para la nariz, y con un poco de fondant rojo modelaremos la lengua. Ayudándonos de un pincel de agua pegaremos todas las piezas a la cabeza de nuestra figura.
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Para terminar pegamos las orejas y ya tendremos terminada la cabeza. Solo nos queda colocarla en el cuerpo y ¡ya tendremos lista nuestra figura!
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Estos son los pasos para modelar un perrito. Podéis utilizar cualquier color para hacerlo e incluso pintarle manchas con un rotulador comestible.